El progresivo afianzamiento de la recuperación económica va animando a algunas empresas a apostar por la estabilidad de sus plantillas, principalmente mediante la conversión en indefinidos de contratos inicialmente temporales. Según un estudio de la empresa de recursos humanos y trabajo temporal Randstad, en el caso de Castilla y León, entre los meses de enero y octubre, se han convertido en indefinidos 17.880 contratos temporales, lo que supone un incremento del 26,1% respecto al mismo periodo de 2014, cuando se registraron 14.175 conversiones.
Según los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, a nivel nacional, se han convertido en indefinidos 397.108 contratos temporales en lo que va de año, el 15% más respecto al año pasado, cuando la cifra alcanzó las 345.498 conversiones. Este dato supone la cifra más alta desde 2009, año en el que la cifra superó los 445.000 contratos.
El documento elaborado por Randstad para analizar las oportunidades que brindan los contratos de duración determinada como paso hacia la estabilidad en la carrera laboral de los profesionales revela que Valladolid, Zamora, Guadalajara y Guipúzcoa duplican la tasa nacional, con índices de conversión por encima del 30%.
En concreto, Valladolid (37,8%) y Zamora (34,7%) son las provincias castellanas y leonesas que han registrado incrementos más pronunciados durante el último año. Le siguen Salamanca, con un 29,8%, Ávila, con un 29,3%, y León, con un 25,1%. Segovia, Soria, Palencia y Burgos, por su parte, son las únicas provincias de la comunidad con variaciones por debajo del 25%.
Tipo de jornada
Desde el punto de vista del tipo de jornada que realizan los trabajadores, el informe de Randstad pone de manifiesto que, en el caso de Castilla y León, de los 17.880 contratos convertidos en indefinidos hasta el momento, 11.323 corresponden a trabajadores a jornada completa; 6.282 a empleados a tiempo parcial; y 275 a fijos discontinuos. A nivel nacional, de las 397.000 conversiones, 238.000 son de profesionales ocupados a jornada completa; 139.000 de empleados a tiempo parcial; y 20.000 a fijos discontinuos.
La ETT destaca, además, que la variación experimentada por cada uno de ellos ha sido diferente. En España, el mayor crecimiento se ha dado entre los profesionales que contaban con contratos fijos discontinuos, con un incremento del 35% respecto a 2014. La segunda variación más pronunciada, del 19,4%, ha sido entre los profesionales que realizan jornada completa. Las conversiones de contratos con jornada parcial han aumentado en menor medida, un 5,9%.
En La región, mientras, los contratos de jornada completa transformados han aumentado el 32,4%, el doble que el 16,7% que se han incrementado los de tiempo parcial.